“LA IGUALDAD DE LA SUPLENCIA DE LA QUEJA PARA LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO LABORAL”

INTRODUCCION A lo largo de la historia entre las relaciones capital-trabajo han surgido siempre infinidad de conflictos laborales, y han surgido tribunales específicos encargados de solucionarlos; por ello el hombre siempre ha tenido la preocupación de resolverlos de la mejor manera posible y siempre ha tenido la finalidad de llegar a esa solución de manera que se observen los principios de la paridad procesal, la igualdad, la equidad y la justicia, siempre apoyándose en las leyes vigentes en el momento preciso en que los mismos surgen. En el supuesto de los conflictos laborales, principalmente en lo referente a los procesos seguidos ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje cuando el juicio se lleva en esa instancia, es notable la presencia de una desigualdad real y material en la substanciación del juicio ante ellas planteado, debido a un sentido proteccionista en favor del trabajador. En la Ley de Amparo, cuando se instaura la acción constitucional, existe también esa protección hacia una de las partes, imperando la figura que conocemos con el nombre de suplencia de la queja, y se encuentra específicamente consagrado por la propia ley, de forma tal que esa forma de proceder , rompe con el principio de igualdad y equidad procesales entre las partes contendientes. Lo anterior asentado, a nuestro juicio, constituye una grave aberraciónal conceder al propio juzgador, ya sean las Juntas de Conciliación o a los Tribunales Federales encargados de decidir sobre la acción constitucional planteada en contra de la primera autoridad señalada; dado que al resolver sobre la procedencia o improcedencia de las acciones intentadas, tienen la facultad de mejorarlas, al grado de que se convierte a los juzgadores de ambas instancias en parte y promotor de sus propias sentencias. Ello por cuanto que la suplencia de la queja abarca los conceptos de violación sino también a las pretensiones planteadas ante las mismas autoridades, con lo cual se llega a perfeccionar las deficiencias de los trabajadores y se les concede el derecho, por esa suplencia, a que se tengan por ejercitadas trabajadores. Ahora bien, para que exista esa verdadera paridad y equidad procesales que deben regir en todo proceso, debe igualmente extenderse a la parte patronal para que pueda estar en condiciones de hacer valer las defensas y excepciones que tenga en contra de las pretensiones ejercidas en su contra,dado que si esa suplencia se aplica ya sea en el laudo o en la ejecutoria de amparo, se deja a esta parte en estado de indefensión y con ello llegaría al extremo de violarse en su perjuicio el principio constitucional de audiencia y de legalidad. Partiendo del principio de paridad procesal, basado en la igualdad de condiciones entre las partes en juicio, pienso sería idóneo el que se otorgase la suplencia de la deficiencia de la queja tanto a la parte trabajadora, como a la patronal; lo cual traería como resultado una igualdad real en todo el proceso laboral, ya esa ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje o ante las autoridades jurisdiccionales de amparo. Otra de las ventajas que se obtendría sería la disminución de los juicios laborales, ya que al celebrarse la audiencia conciliatoria ante las autoridades de instancia (Juntas de Conciliación y Arbitraje), en donde no existen ventajas para ninguna de la partes y que es regida por el principio de equidad; pienso y se buscaría llegar a un pronto arreglo y una solución justa conforme a derecho. Supuesto en el cual sería la propia autoridad competente la encargada de coadyuvar en igualdad de condiciones dentro del juicio, las partes llegasen a un convenio ahorrando así trabajo, tiempo y esfuerzo, agilizando los juicios laborales; sin la necesidad incluso de llegar a promover el juicio de amparo directo laboral